Pueden venir aquí de la calle a pedir dinero, un bocadillo, un bolígrafo, papel, un teléfono, si pueden sentarse un rato...cualquier cosa. Pero si hay alguien que pide por favor, pero POR FAVOR de verdad que le deje algo es esa persona que viene con gesto desconpuesto y piernas "temblequeantes" y dice: ¿Podría ir al baño, POR FAVOR?
Pero qué favor les hace uno, oyes...

Si nosotros, como trabajadores de cara al público, tenemos un día (o una semana...) un poco torcido, con mala cara, enseguida se refleja en las encuestas que rellenan, amablemente hay que decirlo, los clientes: "Personal del hotel: poco amable, etc...", pero como el que traiga mala cara sea el cliente, ahí amigo, tienes un hueso duro de roer, me ha pasado hace un rato:
Típico quejica que se queja hasta de que un pie se queda detrás del otro al andar, ha llegado con cara de pocos amigos, refunfuñando algo, yo creía que por el peso de las maletas, pero qué va, era por el precio que se le iba a cobrar en el garage por aparcar, me ha contestado con monosílabos, y ante una pregunta mía sobre si había traído el bono de la agencia de viajes se ha limitado a torcer el morro, sin decir nada, negando con la cabeza, en un gesto que cuando se lo veo hacer a mi hija le digo que así hacen los burros, pero no una persona educada, cosa que me guardo mucho de decir a éste cliente, no porque esté ya educado, sino porque tiene más edad (bastante más) que mi hija y aquí ya no hay nada que hacer...
Quisiera saber qué hubiera puesto este elemento en la encuesta sobre el personal si ante una pregunta suya me limito a torcer la boca hacia abajo mientras frunzo los labios y a la vez, subo los hombros mirándole a los ojos...con cara de vinagre.

Voy a tener que invitar a toda esa audiencia que después de comer se sienta delante de la televisión para ver los culebrones a que se siente aquí en el hall del hotel...
Recibo una llamada desde México para poder hablar con la habitación 215. Contesta una voz de chica, paso la llamada y me olvido, para seguir con otra cosa. Vuelve a llamar el mexicano pidiendo hablar con la habitación 215. Paso la llamada pero después de un buen rato no contesta nadie. El mexicano me dice que insista, pero nadie contesta. No puede ser, dice el de México, pues aquí no contesta nadie, digo yo...
Pido a una compañera que vaya a la habitación para ver por qué no contesta y al cabo de un rato viene esta camarera para decirme que la chica que está en la habitación no es con la que quiere hablar el mexicano, que es su amiga que está en otra habitación acompañada, que no quiere volver a coger el teléfono porque no sabe qué decirle al novio mexicano de la cornamenta...en fin, que llorando se ha quedado en la habitación, pero no dice en qué otra habitación está su amiga ponedora de cornamentas...El de México vuelve a llamar para hablar con su novia, pero yo no sé ni qué contestarle, le digo que nadie coge el teléfono, que ya sé que en la primera llamada le han contestado pero que ahora no sé por qué...en fin, no se como ha terminado el asunto, el mexicano se ha cansado de llamar y nosotros pensando que algún día va a entrar alguien por esa puerta principal y se va a liar a tiros con su pareja...

Este verano tengo una frase grabada a cincel en mi cerebro, la estoy oyendo todos, todos los días y por lo menos 40 veces, es la siguiente:
¿Tiene habitación disponible para esta noche?
Alguno dirá, claro, no van a pedir lija del 5 en un hotel...
Oigo que en baleares y costa de levante el turismo se está resintiendo, que si sol y playa caducado, que Turquía más barato, lo que es aquí, el paso de viajeros es contínuo y el trabajo es enorme...
Ahora mismo he tenido que detenerme un rato con el teclado porque una chica que ha entrado pidiendo habitación casi se cae al resvalarse con un poco de agua que había en el suelo...
Estoy pensando qué ocurriría si al caer se hace daño y demanda al hotel por no tener limpio el suelo, hay veces que oigo de alguien que demanda a su ayuntamiento por tener una tapa de alcantarilla suelta y lesionarse...habrá que secar el suelo por si las moscas...

Ahora me ha tocado de niñero...Aquí hay que hacer de todo y hoy ha sido entretener a un chaval de 5 años que ha salido de la habitación al despertarse de la siesta y ver que sus padres no están allí...Es que hay algunos...
Este niño hablaba en inglés (me estoy acordando de Faemino y Cansado hablando de que en Manhattan hasta los niños de 3 años hablan en inglés, qué nivel...je, je, je..) y no podíamos dejarle marchar a la calle, así que allí me véis, con un rotulador fosforito y un papel en blanco diciéndole que dibujara al recepcionista, bastante bién lo hizo, si señor, al final aparecieron sus padres después que se me escapara aprovechando que estaba yo hablando por teléfono. Sus padres me agradecieron mis cuidados y se fueron a la habitación un poco avergonzados.
Yo me quedé pensando en el nuevo amigo que tenía, tal vez al cabo de 15 años vuelva al hotel por su cuenta y recuerde algo...aunque puede que encuentre a otro recepcionista...¿o es el mismo pero con menos pelo?, se preguntará...(;-)

Leyendo el diario de Robert Fripp, el gran guitarrista de King Crimson, que actualmente anda de gira con otros dos grandes guitarristas de los de dos mil notas por segundo y amplificadas al máximo, Steve Vai y Joe Satriani, veo ese diario y veo varias fotos desde las habitaciones de los hoteles en los que se aloja...
Ahora mismo estoy escuchando "Starless" del disco "Red" y tengo los pelos como escarpias...

Bueno, ha fallado la corriente eléctrica en la manzana, no hay luz, he tenido que socorrer a una señorita perdida por las escaleras de emergencia porque había dos tramos con la luz de emergencia fundida, cual boca de lobo, y esta señorita no se atrevía a seguir bajando, a oscuras, así que linterna en mano allá va el recepcionista a salvar a la dama color ébano (era de raza negra) y después de acompañarla casi 10 pisos, apenas se ha girado al salir por la puerta de entrada para decir adiós por lo menos...Hablando de la puerta principal, se ha quedado cerrada al fallar la corriente eléctrica sin poder abrirla, es de las automáticas, a quién se le ocurre...Por lo demás, toda la red informática caída, una hora sin corriente, alarmas de las baterías de los equipos sonando sin parar...que locura es esta...menos mal que nadie ha aprovechado para largarse sin pagar...

"...si tienes una habitación para mi del 18 al 20 de Septiembre. Vamos con dos niños de 4 años y 20 meses.
No nos haría falta ni supletoria ni cuna. Ya que siempre que vamos a hoteles acaban durmiendo con nosotros, así que para qué molestarse..."

Paciencia, cuando crezcan un poco y tengas que pagarles otra habitación recordarás estos tiempos.

Estoy leyendo Los perros de Riga de Henning Mankell, y me llama la atención un párrafo donde el protagonista, el poli Wallander va a un hotel de una ciudad de Letonia acompañado de una mujer, para descansar y despistar a sus perseguidores; entra al hotel, como digo, y la mujer acompañante, que es letona, le dice algo a la recepcionista, la cual se sonroja, cosa que advierte nuestro poli. Le pregunta a su acompañante qué le ha dicho para que se sonroje, contestándole que querían la habitación solo para unas horas y que no estaban casados...
O esta recepcionista empezaba a trabajar ese mismo día, o en ese hotel solo duerme gente casada, o, no se, la forma de ser Letona es muy distinta que aquí...Ya se que son licencias del autor para que la historia encaje, pero...
Sonrojarme, me he sonrojado muchas veces en este trabajo, pero no porque alguien quiera pasar unas horas con alguien, eso aquí te lo piden directamente, hasta que le envíes una chica o chico, tú, recepcionista, que tienes por ahí algun numero de teléfono...
El verdadero sonrojo me viene a veces con la estupidez del género humano.

Otros que han querido engañarme. Es increíble la jeta de estos personajes. Pareja joven. Quieren habitación para dos o tres días, dice él. Solo para uno, contesto, el resto no hay disponibles. Es igual, una noche. Dni, por favor. Ella me da el suyo, relleno los datos, mientras, él me pregunta si es posible pagar con tarjeta de crédito...riiiiiiiinnnnnngggggggg....primera alarma en mi coco, TODO el mundo sabe que en un hotel de 4 estrellas se aceptan tarjetas de crédito. Ella firma la hoja que he rellenado, mientras él me dice que les han hecho un ingreso hoy y que puede que no llegue para el importe de la habitación, pero que mañana no habrá ningún problema...riiinnnggg, rinnnggg, rinnggg...segunda alarma con profusión de luces rojas en mi cebolla, me la quieren pegar los h.p. Contesto que me deje la tarjeta para probarla, ya que tiene que abonar la habitación por venir sin equipaje, me la da, la paso por la máquina, pero como era de esperar, pita y la pantalla dice que denegada, que no, que nanay, les digo que no va, me dicen que me pagarán mañana, yo que no es posible, que hoy, me ofrece hasta el reloj, pero ella coge el dni, coge el brazo del tio, tira de él y se van...
Los jetas querín pasar una noche por el morro...voy a tener que patentar en el sector hotelero esta alarma mía...

Me dan ganas hasta de poner aquí el nombre y datos de esta mentirosa...

Hoy, y no es broma, alguien me ha ofrecido 200 € por informarle sobre la identidad de los huéspedes que se alojaron al lado suyo un día concreto de este mes; por supuesto, no he aceptado; uno es íntegro en su puesto y no cae así como así ante el soborno...bueno...casi...cuando M. me ofrece un trozo de su tortilla dejo recepción abandonada...

Quiero que cuando abráis el buscador y tecleéis MOROSO, salga en primer lugar este tipo:
Angel Felipe Ollueta
Pamplona
Fecha de nacimiento: 15/4/75

Por moroso.

Hoy he estado hablando con un señor muy simpático de Brasil, bueno, la verdad es que nació aquí, en esta ciudad y me ha contado un poco su historia, que tal como comento a Carmen, a veces esa historia se introduce un poco en la del recepcionista.
Este Señor, junto con su Señora, han venido de viaje desde Brasil a conocer España, empezando en Valencia, Andalucía, Madrid...teniendo que volver ella por un imprevisto del trabajo, pero decidiendo él seguir con el viaje-soy muy aventurero-dice él mismo...
Nació en esta ciudad, vivió hasta los 5 años, se marchó junto con su familia a Brasil y era la primera vez que volvía desde entonces, hace 55 años...casi nada...Estaba emocionadísimo, y me contaba como le salían las lágrimas cuando iba reconociendo algunos lugares de su infancia. Tampoco dejaba de nombrar la casa donde nacío, la cual iba a visitar al día siguiente.
Hablando con él sobre esto, comentaba como al llegar a la ciudad en el coche (de alquiler), y habiendo hecho trampa, dijo, porque antes había consultado en internet, se había detenido en un restaurante, y después del comer y beber, había preguntado a la camarera si conocía la calle x, diciendo ella que sí, volviendo él a preguntar por la calle donde nació si estaba cerca, a lo que contestó la camarera que la conocía perfectamente porque su hermana vive en ella, en el número 13, cuando nuestro Brasileño nació en el 11...
No dejaba de decir -Qué casualidad, primera persona que hablo aquí y el destino nos acerca de esta manera...-
Me emocionaba a mí oir a éste hombre contar como al día siguiente vería la casa en la que nació, después de 55 años...
Me daban ganas de acompañarlo...

Donde se continúa y se termina con la historia del huésped que encontró una caja con ciertas cosas y las entregó en recepción diciendo que "me voy, si, no quiero dormir donde quién sabe qué ha estado haciendo qué con quién sabe quién."

Aquí, el narrador hace un inciso para aclarar que esta historia es de ficción pero con elementos tomados de la realidad, todavía tenemos por aquí unas bolsas con pertenencias, de las cuales asoma una revista pornográfica de una de ellas, de alguien que era la comidilla del personal del hotel, por su forma de vestir, de hablar, de actuar, iba y venía cien veces, con chicas, chicos, era un cliente que su estancia en una suite se prolongó durante un mes, la cual pagaba a base de visa...que pagaba cada 4 o 5 días, que siempre prolongaba la estancia varios días mas, del cual se comentaba que se dedicaba a sacar fotos de desnudos, y que se marchó diciendo que se le había atendido muy bien y que se iba a otro hotel, dejando varias pertenencias en la suite, que son las comentadas más arriba, así como la caja comentada en el capítulo 4...no me extraña su forma de hablar, eran ráfagas de palabras a una velocidad endiablada, toda su forma de moverse era acelerada...
Claro, es un hotel, y en estos establecimientos pasa gente de todo tipo y condición, recuerdo aquel día que tuvimos que llamar a un médico porque alguien amenazaba con lanzarse por la venta, una persona mayor con sus facultades un poco alteradas...

Donde se cuenta como el recepcionista contesta a Jaime, otro cliente habitual del hotel que acaba de entrar, que efectivamente no se puede ni cambiar de sábanas, no hay nadie que lo pueda hacer, y donde también se cuenta como Miguel y todo su equipaje (incluídos mujer e hijos...) se meten en un cajón vulgarmente llamado ascensor y suben, y suben, ¿quinta planta ha dicho? Si, la quinta...y donde Miguel y familia, después de entrar por esa suite antedicha, y ver que no está tan mal de un vistazo, oye como su hijo pequeño, ese que tiene la cara tan lista como su padre, pregunta en voz alta que alguien se ha olvidado en una esquina del armario una caja de cartón, con una cajita metálica dentro, donde también reposa una balanza de esas de precisión...