-Tralaria, laria, laria,lariaaaaa...tralara....
(Trabajador del servicio técnico del hotel, colocando una nota informativa en distintos rincones del hotel)

"Estimado cliente: Se ruega encarecidamente, y por el buen funcionamiento de este hotel, y por qué no, por la buena salud del recepcionista, que el cliente se ABSTENGA ROTUNDAMENTE, y bajo ningún concepto, de espetar a dicho trabajador, como si fuera una cosa que es facilísima y que no requiere ninguna dificultad, y cuando tiene ya la factura emitida en la mano que, si es posible, se cambie el nombre del titular de la factura por el nombre de la empresa para la que trabaja dicho cliente.
Esto, que parece una cosa sencillísima a simple vista, pero que con el programa que trabaja el hotel es algo engorroso, acarrea grandes dosis de ira, ardor de estómago, alucinaciones transitorias y nubarrones más negros que la noche oscura a nuestros recepcionistas, por lo que se ruega insistentemente que NO SE LE OCURRA PEDIR EL CAMBIO DE TITULAR DE LA FACTURA UNA VEZ EMITIDA. De nada."

Éste es el Hotel María Cristina de San Sebastián y sé que algun actor y algun director famosos se han marchado de este hotel donostiarra por el ruido que hacen los trabajadores de dicho hotel en huelga.
Me recuerdan a los futbolistas: están acostumbrados a que todo el mundo les ría las gracias y les aplauda en cuanto abren la boca y claro, cuando unos simples trabajadores luchan por lo suyo (mas bien poco), se indignan y huyen...
Desde aquí doy una idea a la dirección de este hotel en huelga: cuando un cliente pida despertarle a las 8,00 de la mañana, por ejemplo, mándesele una delegación de trabajadores en huelga para que con sus gritos, pitidos y eslóganes despierten placenteramente al huésped ocioso y festivalero...
¡¡¡ Ánimo, colegas del María Cristina ¡¡¡ ¡¡¡ Suerte ¡¡¡
Para vosotros éste post.

Estábamos comentando lo que es robar o no en un hotel cuando ha ocurrido algo aquí, en el hotel, que SI es robar:
El cliente llega al hotel y mientras recepción toma los datos necesarios, se distrae con otro cliente. Deja el equipaje cerca de una columna. Hay varias personas en el hall, unas seis y ninguna se ha dado cuenta de lo ocurrido, ni siquiera el recepcionista, cuando el cliente, levantando lo que parece un ordenador portátil metido en su bolso-funda, dice:
-Me han robado, me han robado...
-Como que le han robado.
-Se lo han llevado. El portátil. Se lo han llevado los h. de p....
-Tranquilo, si lo tiene en la mano ¡¡
-Oh, no, no.Perdón. Esta funda no es mía, además mire, no pesa nada. Voy a abrirla. ¿Ve?, está llena de papeles de periódico...cabrones...
-Pero como es posible, está llena de papeles...

Total, que tenemos aquí una funda de portátil llena de papel, mientras el cliente se dirige a la policía a denunciar el robo.
Algún caco, que no es la primera vez que lo hace (por eso es un caco) ha pegado el cambiazo.
Esto SI es robar en un hotel, y no llevarse dos jabones y una toalla...

Así hubiera sido muy distinto...

Me resisto a generalizar sobre todo incluyendo a todo un pueblo cuando quieres resaltar algo peculiar de ese pueblo, que si los vascos son serios, los andaluces vagos (perdón por estos ejemplos a estos territorios) pero es que lo de los Israelíes no falla. No se cuántos se alojan aquí al año, (bueno si, el 0,41 % del total de gente que ha pasado por aquí desde el 1 de enero hasta el 15 de septiembre,¡ toma datos ¡...) pero es que son gente especial: lo regatean todo, piden todo, no tienen buenos modales, vamos que si pueden ahorrarse unos euros lo harán a vase de regatear y dar la paliza. Reservan una habitación a x euros y cuando llegan, después de preguntar el precio te dicen que no, que más bajo, y tu piensas, Oh Israel, apiádate de mí, que no, que ese es el precio, y hacen un gesto con la mano de arriba a abajo, que les rebaje...
Pero sé que no todo Israelí es así... creo...
¿Alguien que haya estado en Israel y lo suscriba?

Pues aclaro que el personaje del post anterior, vino a los siete días, pagó y se las piró.
Me imagino que el dinero que decía iba a cobrar se lo habrá gastado ya a estas alturas paliando las deudas contraídas...como esta de aquí...

Ha estado bien. Aunque eso lo digo ahora que ha pasado todo.
La historia comienza cuando, por sospechas, (¿he comentado alguna vez el 5º sentido del recepcionista?) vemos que la tarjeta cuyo nº hemos anotado del cliente nos parpadea con la frase: tarjeta denegada.
Este señor ha venido en coche, que está en el garage y tiene que pagar un día de hotel. Dice que no tiene dinero, pero que mañana pagará. No se le deja ir a la habitación. Se cabrea. recepción también. Dice que quiere sacar el coche. Se le contesta que no.
Todo esto aquí escrito es muy, muy cortito pero en la realidad supera la hora. Espectáculo en la recepción. Dice que quiere coger algo de la habitación. se le acompaña, coge un jersey y se va.
Vuelve al cabo de dos horas. Dice que quiere subir a la habitación pero como no se le deja entrar si no paga la factura pendiente, amenaza, además de decir que está enfermo y si le pasa algo es nuestra culpa, con que si me pilla "por ahí" me parte la cara. Le contesto que lo que tiene que hacer no es partirme la cara, sino dejar de ir a los hoteles sin dinero.
Ahora me amenaza con tumbarse en el sofá y así lo hace.
Sigue el espectáculo, llega un grupo de italianos, 8, y entre risas no hacen más que fijarse en el durmiente.
Se le llama a la policía, pero antes que lleguen, se levanta y se despide con un lacónico "Ya estaremos".
Este señor apareció a la semana de ocurrir esto, pagó y se fue.
¡¡¡ Los hay con jeta ¡¡¡

...
6º) "Homo hoteliensis susordenes"
Este ejemplar abunda en los hoteles por ser casi casi su habitat natural. Está acostumbrado a impartir órdenes, es Director General de no se qué Cia., y a su secretaria la tiene frita. Pero como no puede viajar con ella, las órdenes las va impartiendo a todo empleado del hotel que se cruza en su camino. Un dato importante de este especimen es que las palabras "por favor" no existen en su bocavulario.
-Súbame las maletas a la 203.
-Llame un taxi.
-Envíe este fax al 9999999.
-Reserve mesa para tres en el Argiñano.
Su secretaria se ha transformado en empleado de hotel.

7º) "Homo hoteliensis canalaire"
Aquí tenemos al individuo que generalmente llega acompañado de una "señorita", alegre él bajo la perspectiva futura, y que nunca, nunca jamás se queja por el precio, aunque le cueste un riñón.
Vienen riendo, y mientras el recepcionista rellena 2.000 formularios (eso piensa este especimen), abraza, besa, rodea la cintura de su acompañante mientras el empleado del hotel cree que a lo mejor cuando lleguen a la habitación ya es demasiado tarde.

8º) "Homo hoteliensis semicuerpo"
Queridos alumnos, (Sonia, qué pasa, ¿sigues arrascándote?) atentos porque llegamos al ente por antonomasia de un hotel. Se trata de ese individuo que nunca vemos entero, siempre sobresaliendo por encima de un mostrador lleno de postales y folletos de no se sabe qué lugares remotos. Siempre está hablando, si no es por un aparato en la oreja, por esa boquita que dios le ha dado. Lo sabe todo, pero todo, y el resto de especímenes de este tratado van directamente a él, no se sabe por qué razón, en cuanto una duda les corroe el pensamiento.
Nunca está triste, cosa curiosa, y no pierde detalle de todo lo que abarca su vista de lince, moviéndose parece ser por encima del mostrador de recepción como un patito de feria a quien hay que derribar con una escopeta.
Tiene la particularidad que cambia de cara según la hora que sea, pero no nos engañemos, es el mismo las 24 horas, los mismos movimientos, los mismos aspavientos con las manos para indicar no sé qué calle, izquierda, derecha, por aquí, por allí, cuando no sale nunca de su hábitat que son los escasos 8 m2 que ¿pisa?, no está claro todavía si tiene piernas o ruedas articuladas, sabe hasta leer el futuro porque ha predicho que no sé que día llegaría una tal Anne Igartiburu...
No sabemos todavía, queridos alumnos, como este ejemplar está aquí sabiendolo todo como lo sabe...

9º) "Homo hoteliensis nomefiounpelo"
No es muy frecuente pero de vez en cuando se deja ver. Si deja el coche en el garage y se le indica que tiene que dejar las llaves, su cara cambia radicalmente para negarse totalmente. Nada más llegar pide habitación con caja fuerte, y al entrar en ella (la habitación) cuelga inmediatamente el "no molestar".
Yo mismo vi uno un día, y era cuando sacaba la calculadora de su bolso de mano para comprobar que "Homo hoteliensis semicuerpo" y sus máquinas no le habían engañado al sacar la factura.
Nunca deja que el maletero lleve su equipaje, sobre todo ese bolso pegado a su cuerpo, donde, se cree, lleva dinero, documentos, y una foto de Miguel Bosé...

10º) "Homo hoteliensis cerrosdeubeda"
Este ejemplar es digno de mención en este tratado. Si llama porque quiere una percha más en su habitación, no se conformará sencillamente en pedirla sino que seguirá comentando que la necesita porque ha traído un traje que no quiere que se le arrugue aunque los armarios de la habitación son un poco estrechos y no como en el anterior hotel que eran más anchos y con mucho fondo aunque el resto de la habitación estás muy bién lo único un poco más de luz en la cabecera de la cama porque sabe usted me gusta leer un poco y necesito una luz cerca porque tengo la vista un poco cansada ayer estuve en el oculista y me dijo que no forzara la vista sabe usted...
Y así hasta el infinito, seguirá con su perorata.
Yo mismo estuve presente en el estudio de un ente de este tipo, cuya característica fue que al interesarse por una reserva un día concreto, terminó hablando de la idiosincrasia del especimen habitante en Estados Unidos y su incultura extraordinaria, etc, etc, etc...

Mis queridos amigos, bienvenidos a este curso de verano. Hoy os voy a explicar muchas cosas sobre lo que la comunidad científica, en este principio de siglo, ha dado en llamar, acertadamente a mi parecer, como "homo hoteliensis".
Como bien podéis observar, vosotros, hijos del baby boom, la psicología humana ha ido adaptándose a toda condición y lugar, llegando, ahora mismo al último descubrimiento científico, el cual vamos a tratar ahora mismo.
En primer lugar, y si os fijáis bien, hablaremos sobre los distintos subgrupos de "homo hoteliensis" (...Sonia, deja de rascarte el pubis, gracias):
1º) "Homo hoteliensis tranquis"
Se trata del personaje, junto con su familia, que nada más llegar al hotel, lo primero que suelta, antes incluso que "buenos días" es: Quiero la habitación más tranquila del hotel.
2º) "Homo hoteliensis brasas"
Este especímen es uno de los más repudiados por la comunidad hotelera. Se trata del cliente ocioso, feliz él, que no tiene otra cosa mejor que hacer que apoyar el codo en el mostrador de la recepción del hotel, para a continuación, contar la vida con pelos y señales (la vida propia, por supuesto), mientras el recepcionista simula que tiene muchísimo trabajo...
3º) "Homo hoteliensis esponjis"
Este es el que llama al servicio de habitaciones cada dos por tres diciendo que se le han acabado las cervezas del minibar. Una vez terminado el avituallamiento del minibar, nuestro hombre irá directamente al bar.
4º) "Homo hoteliensis ni mu"
Este especimen por lo menos no da guerra, que ya es bastante en estos tiempos de "Ansares". Se trata del cliente al que solamente ha cruzado un par de palabras el recepcionista que estaba durante su llegada al hotel y otro par durante su partida. No se sabe que hable más el resto de su vida, aunque algunos testigos dicen haberle oído decir "gracias" al taxista...
5º) "Homo hoteliensis unpardecositas"
Aquí llegamos al sujeto cuya vida trascurre preguntando a diestro y siniestro: "Un par de cositas; ¿podría Vd. decirme algún sitio donde se coma barato?...¿Sabe si aquella estrella de allí es Marte?...¿Y está Vd. seguro que es Marte?...¿Y cómo es que en este mapa estelar pone "Júpiter"?...

(Continuará)

Quiero que termine esta semana cuanto antes, y de paso este mes. Aquí hay un trabajo de la leche y no podré ni actualizar esto como yo quisiera. ¿No se podría repartir la gente sus vacaciones durante todo el año y no todo dios en agosto? Espero volver a la normalidad...bueno, he tenido que dejar de escribir para dejarle a una señora un cargador de móvil que se le ha olvidado el suyo en Burdeos...sigue siendo lo que más se olvida.
Por otra parte, al final vino Anne Igartiburu pero en otra fecha a la prevista, simpática señorita, sí señor, creo que le gusta el Cola Cao, yo se lo que me digo...
Alguien llama porque no se ve la tele de su habitación...dioooossss.....que mes......

Soporto muy mal las mentiras y eso lo sabe quien estaba a mi lado cuando colgué el teléfono con un golpe, y soltando una lista de juramentos. Creo que me acordé de todos sus familiares. Resulta que llama para decir que tiene una reserva para el día siguiente a nombre de Arnaez, con acento árabe y en castellano, pero compruebo que no aparece en el ordenador. Se lo digo pero continúa diciendo que sí, que tiene el vuelo de avión para el día siguiente. Le digo que me repita el día y me deletree el apellido por si acaso, pero nada, no está. El hombre no para de hablar indignado, haber qué hago, si mañana viajo, como resolvemos esto, porque claro, el hotel está completo en estas fechas...Entonces caigo, este ejemplar quiere engañarme y me está presionando. Reprimo mi instinto de coger la escopeta y cartuchos y esperarle en el aeropuerto...y de decirle cualquier barbaridad, me pongo rojo, se me llena el coco de nubarrones, pero le indico, con mi mejor voz y amabilidad que no existe esa reserva. Después de un tira y afloja y recalcarle que esa reserva no existe y que el hotel está completo, se retira con cuatro palabras apresuradamente diciendo que llamará a otro hotel.
Al colgar el teléfono, quien estaba cerca de mí me ha mirado con la boca abierta escuchando las barbaridades que he estado soltando.
Es increíble las tretas que inventan para conseguir una habitación en un hotel, cuando saben que no hay una cama disponible en toda la ciudad. Me imagino que habrá llamado a todos los hoteles, hasta que en alguno , una becaria inesperta le ha reservado ante la duda...

...mi gozo en un pozo, que se ha anulado la reserva de la señorita abajo mencionada, ahora que ya tenía preparadas unas cuantas frases para poder mantener una conversación amena con ella...una era: ¿Necesita más papel higiénico en la habitación, Señorita?...
En serio, han anulado la reserva de la productora, así que otra vez será...aunque he visto que había otra en septiembre para una tal Emma Thompson, sin mas datos, aunque puede haber muchas mujeres con ese nombre...

Un día de estos, pasará por aquí

Anne Igartiburu...
Cuando se acerque y diga aquello de: "¿Hay algún mensaje para mí?", ¿qué hago?...

Las revistas estaban en el suelo, si, yo también a veces lo hago, dejarlas en el suelo, pero ahora estaban desparramadas cerca de la cama, con títulos "PUNK", "HEAVY METAL", tiradas igual que las sábanas y la colcha. La almohada se acurrucaba en una esquina del suelo como si la hubiera golpeado y lanzado en sueños el energúmeno que ha sido su último inquilino. No se puede encender la luz porque, la verdad, da miedo dar al interruptor, desde que este mismo inquilino se ha dedicado a romper las lámparas de la cabecera, así como una de pie cerca de la ventana con vistas...las cortinas que les gustaban estar siempre estiradas y tiesas, están muertas en el suelo. El detalle de la silla colocada encima de la butaca me mantiene todavía intrigado un poco, se me escapa el significado. El minibar permanece vacío porque todos los botellines, chocolatinas, aceitunas, etc están desparramados por todos los rincones de la habitación, sin contar los envoltorios de lo que se ha comido antes. Los cuadros que tenían y deberían lucir en las paredes están también por los suelos. Me agacho para mirar la caja fuerte de la habitación y dentro lo que hay son tres perchas metidas. Me acerco al cuarto de baño y...
Que curioso, aquí creo que lo ha dejado mejor que otros muchos clientes, una toalla por el suelo, un botellín de champú descansando en la taza del water...

Era joven, francés, con una mochila a la espalda y voy a poner su nombre: JEAN PHILIPPE GIGANT

Contéstame, gigante: Si es porque te ha parecido un poco caro el hotel, ¿no era mejor y más civilizado pedir la hoja de reclamaciones, (o mejor, largarte) por ejemplo, cuando pagaste religiosamente al llegar al hotel?
¿O ha sido para así quedarte satisfecho por actuar contra el sistema?
¿O porque sencillamente eres TONTO?

Me gusta el extranjero que pone algo de esfuerzo en hablar en castellano.
No me gusta el extranjero que te suelta una parrafada de 48 palabras, le dices que por favor lo repita un poco más despacio, y efectivamente lo repite, pero a la misma velocidad (o más)
Así que hoy, cuando uno de ellos en un precario castellano me dice que necesita dos "servilletes", se las suben y dice con gestos que no, que lo que necesita son toallas, se ríen y amablemente se le da un par de toallas blancas como la nieve...pensando en el mérito que tiene en haberlo intentado en un idioma extraño para él, porque seguramente si lo dice en inglés se le entiende a la primera.