Siempre me preocupo de aparcar bien y sin molestar a nadie el coche. Si no estoy seguro de que esté bien aparcado, doy otra vuelta para encontrar un sitio adecuado. Pues esto no es lo que pensaron estos dos elementos que el domingo vinieron de bastante lejos (unos 400 kms.) para ver el equipo de fútbol de sus amores (que ganó, por cierto).
Ya vinieron un poco tocados para reservar la habitación, pero no digamos después del partido (mas recorrido por bares de la ciudad).
Nada mas llegar preguntaron si al lado del hotel estaba bien aparcado el coche. Se les dijo que bien, pero que al día siguiente a partir de las 8,30 comenzaba el sistema de aparcamiento regulado.
Se fueron al partido, y el estado en que vinieron a dormir mejor nos olvidamos...
Al día siguiente no sabían ni donde habían aparcado el coche...que seguramente no hubieran encontrado en su sitio porque tuvieron que ir al depósito a recogerlo...después de pagar una buena multa, claro.

uffff¡¡¡
Menos mal que se han pirado. He llegado a pensar que las habitaciones serían pagadas por "el bigotes" Aznar, en agradecimiento por los servicios prestados.
Si que tenían pinta de militares, pelo a cepillo, footing mañanero...y la prueba contundente:
Reserva a nombre de "U. S. National War College".

PD.: Lapsus. Qué curioso, hoy para escribir el nombre de este blog he puesto cronicas marcianas...Será por la novela...o peor...por el programa de tv.

Tú, que has llegado hasta aquí tecleando algo de Pink Floyd en el buscador, haz el favor de pinchar AQUÍ para bajarte este concierto celebrado en Knebworth en 1975...perros, ovejas, toma un cigarro...y los magistrales 23 minutos de "Echoes", puro rock...

Los ingleses siguen a lo suyo. Viene al Hotel en taxi, y quiere que le cambie las libras esterlinas que lleva en la cartera para pagarle al taxista. No falla. Yo si voy a Londres, me preocuparía de llevar libras ¿no?
Pues con este inglés, nada, ni un euro. Libras. Viven en su mundo.

Aquello que dije sobre un colombiano tirado cerca de la puerta automática de entrada fué así:
Desde Recepción se oye el mecanismo de la puerta cuando el sensor detecta que alguien va a salir o entrar y las dos hojas se abren. Pues aquella vez no dejaba de oirse, se cerraba, se abría, volvía a cerrarse y volvía a abrirse. No es la primera vez que se fastidia, recuerdo mi pensamiento, y así se lo dije a mi compañero. Pero a la vez se oían unas voces que venían de la calle, así es que me asomé y lo que vi fue un hombre tirado en medio de la puerta, las dos hojas de la puerta que parecía desde la distancia que iban a guillotinarle la cabeza y varias personas intentando cogerle de los brazos y reanimarle...Vaya espectáculo, eran unos clientes del Hotel, de Colombia, y según decía uno de ellos, muy majo, que se había pasado con la bebida y que por eso estaba así. Me pidió un cubo de agua para limpiar toda la vomitona que había dejado en la entrada del Hotel, y así fue como el espectáculo se incrementó un poco más para regocijo de transeúntes, que veían a un hombre sin sentido en el suelo, la puerta que no paraba de cerrarse y abrirse, dos mujeres tirando de los brazos del "bebido", el recepcionista y otro colombiano tirando agua de unos cubos...en fin...bonito espectáculo.
Le pasará como a aquel que preguntó un día como había llegado al Hotel después de un breve recorrido por la parte antigua de la ciudad y sus bares...

Estaba tranquilamente pensando en babia, buen sitio, cuando llegan al mostrador dos tios jóvenes, veintitantos, ji, ji, ji, me dejas....ji,ji,ji.................Se miran, se ríen, ji,ji,ji......¿Qué?, contesto, porque tienen pinta de ir de cachondeo....pues, ji, ji, ji....La guía, dice el otro, je,je,je....ji,ji,ji.....Les entrego la guía mosqueado, y les oigo decir, donde están las casas de alterne, me miran, este no sabe, dice uno de ellos, don ji,ji,ji...Perdone (joder, si es amable cuando quiere) ¿sabe de alguna casa de alterne? Pues no, contesto para confirmar su suposición, cada vez más mosqueado....Me da el nº de los taxis?ji,ji,ji. Es el 444444. Y se dan la vuelta entre risas para marcharse.
Como se puede ser tan gilipollas para entrar a un Hotel y hacer lo que acabo de contar.
En mi vida habrá habido veces en que yo también habré hecho alguna gamberrada y me he pasado, ya sabéis, rodeados de amigos, a las tantas, pero entrar a un Hotel y decir semejante sarta de sandeces en tan poco tiempo, aderezadas con ji,ji,ji,ji...

Si encuentran la casa de alterne, espero que les pongan en su sitio las damas, que seguro tienen menos paciencia que yo...

Según esta encuesta, el 57% está de acuerdo en dejar propinas en la recepción del hotel.
Ojalá el 57% de los clientes que pasan por aquí dejaran propina, otro sueldo no vendtría nada mal (;-)

Después de intentar entrar con su llave y no poder hacerlo (seguramente tiene echado el pestillo por dentro), le he ofrecido abrirsela con nuestra llave maestra pero se ha negado diciendo que no quiere molestar a su compañero, que se va al coche a dormir un rato.
Como será el despertar de este hombre que su compañero se va al coche para no molestarle...

Estos días de Semana Santa había movimiento , como se nota que el personal está (mos) con ganas desde navidades sin fiestas por medio, creo que es el período mas largo sin alguna escapada por ahí...El Hotel ha estado lleno y ya iré desgranando cosas pendientes, algún colombiano tirado tripa arriba en medio de la puerta automática de entrada, algún famoso televisivo que se disfraza e imita mucho...

Pero eso será en otro momento.

Desde luego, según con qué estrella nos hayamos levantado y según con qué humor estemos los que trabajamos al público, el que lo paga, sea para bien o para mal es el cliente.
Última prueba:
A un matrimonio con su hija de 12 años le ha tocado una cama supletoria, seguramente la más cochambrosa de toda la cadena hotelera....una tabla del somier rota, los muelles del colchón como escarpias afiladas que harían daño hasta a un fakir...en fin, que me han pillado de buen humor y en vez de cambiarles la supletoria les he dado una suite, así, por el morro, con un par...y encima les dejo la otra habitación para que no tengan que mover todo el equipaje...

Me doy miedo el día que esté de mal humor y alguien se acerque a decirme que no hay luz en la habitación...

Ya no existe este país pero es lo que aparecía en su ficha del ordenador. Supongo que era lo que decía su pasaporte. Era muy simpático y estuvimos hablando un poco, es lo mejor de este trabajo, aunque muchas veces no puedes conversar todo lo que quisieras con tanto teléfono, interrupciones de otros clientes, etc...
Al cabo de un rato me preguntó si había visto el partido del Barça de ayer e hizo un gesto tocándose el corazón como que fué de infarto. También decía que era amigo de Antic, y me dí cuenta que efectivamente tenía el mismo acento, para refutarlo sacó de su bolsillo la cartera con una foto en la que se veía al preparador con él riéndose. Preguntó por el equipo de esta ciudad y donde entrenaba, para acercarse si sus obligaciones lo dejaban. Se marchó después de preguntar por el nº de habitantes de la ciudad y si era más grande que Bilbao, se ve que la conocía y quiso compararla.
Ya no he vuelto a verle y espero que haya disfrutado con el entrenamiento.

Lleva un buen rato la alarma de incendios de la 206 sonando con ese pitido intermitente tan molesto. Digo a "pisos" que "eche un vistazo" y me dicen que no hay nada anormal.
Menos mal.
Detengo ese puñetero ruido y después de varios minutos veo que pasa la huesped de la 206. Es joven, pelo largo, moreno y se dirige hacia la cafetería.
Recuerdo lo de la alarma y se lo comento, pero mientras lo estoy haciendo, me doy cuenta por qué ha saltado:
Sus ojos brillan como cristales y su voz es un poquito gangosa con una media sonrisa colgada en la boca.

Son tan sensibles las alarmas colocadas en los techos de las habitaciones que con un par de porros me zumban los oídos...

1)
Suena el teléfono y después de contestar, alguien me pregunta si hay una reserva "para hoy a nombre de una tal Paula". Le contesto después de mirar que no, no hay reservada ninguna habitación a ese nombre. Suspira (es un hombre joven) y me vuelve a preguntar si "de aquí a media hora no se ha reservado". Le digo que no y a continuación escucho:
-¡Me ha hecho un favor de la hostia¡¡¡
Y cuelga.

2)
En Recepción: ¿Han llegado las maletas que nos han perdido en el aeropuerto?¿No?Por favor, cuando lleguen avísenos.
Llaman al ascensor y cuando están dentro de la cabina llega un empleado del aeropuerto con las maletas. Llamo a sus dueños y es increíble el cambio que dan las caras de estas personas al verlas...

3)
Suena el teléfono, contesto y se oye ruido estático con fondo de pasos de alguien y una conversación entre personas. Vuelvo a contestar pero parece que nadie me escucha, aunque yo sí a ellos. Me doy cuenta que es un móvil al que alguien a pulsado sin querer la llamada al Hotel. Me entero (cotilla que es uno por no colgar) que "nosotras estamos más trabajadas. Pero trabajadas de trabajo ¿eh? ja..ja..ja.."
"Además, siempre ha estado bien de cuerpo...estupenda, pero..."
Está clarísimo que por la conversación era un grupo de mujeres ¿no?

Qué tristeza...Seguramente ese soldado está contento con el servicio prestado.
(...)

Otra cosa:
Aquí se puede leer un weblog desde Bagdad, cuando puede conectarse, claro

Esta es una historia que tiene que darse a la fuerza en un Hotel por el que discurren los días y las gentes con sus vidas privadas a su espalda...me explico.
Llaman por teléfono para preguntar por la señora A.
El recepcionista le indica que está alojada en el Hotel pero que no se encuentra en esos momentos en la habitación y si quiere dejarle un mensaje.
Le dice que sí y el recepcionista lo anota.
Después del cambio de turno en Recepción, vuelve la señora A. acompañada del señor B. Se le entrega la nota de la llamada telefónica y B. se indigna diciendo que como es posible que este señor de la nota sepa que están aquí alojados y que no quiere que a su nombre o al de la señora A. se indique que están alojados, ni que se les pase llamada alguna...no existen, dice B.
Vuelve a llamar el señor del teléfono para que le pasen con la señora A. pero el recepcionista le dice que no está alojado.
Perplejo, le contesta que como es posible si ha llamado antes y si estaba alojada. Se identifica como el marido de A.
El recepcionista, más perplejo, y sabiendo que A. está con B. en la habitación le dice que su trabajo exige discrección y, por lo tanto, no puede pasar esa llamada, ya que son clientes del Hotel.
El marido de A., cada vez más cabreado, exige que se le pase, que es su marido con todo lo que ello significa, y que lo haga inmediatamente, que lo comprenda, etc. etc.
El recepcionista quiere que se le trague la tierra y, como está entre la espada y la pared, y tiene que defender al cliente, aunque no tenga la razón, le dice que le comprenda él a él, etc.etc.
Después de la conversación, el recepcionista se levanta y tranquilamente se toma un café como si nada y atiende otra llamada de teléfono de otro cliente como si nada.

Esto ha pasado esta semana y creo que todos los hoteles tienen historias de este tipo. Historias de la vida íntima de algunas personas, e historias de gente de aquí y de allí que pasa, se queda un día, dos y se va. Deseo suerte a esta persona que llamó a su esposa sabiendo que estaba con otro.

Crecen las expectativas de lo de operación triunfo y hemos tenido que llamar a la policía municipal ante la avalancha de gente que se nos viene encima... no será fácil contener a semejante cantidad de adolescente con ansias de fama y dinero rápido...
Por experiencia en otros hoteles en otras ediciones del concurso sabemos que las colas son muy grandes, con todo lo que conlleva en orden y movida por los alrededores del Hotel...menos mal que mi compañero de trabajo, que en una "vida" anterior trabajó de "gorila" en una discoteca saldrá para controlarles un poquito...