En muy pocos días, en algún hotel de San Sebastián se pasearán algunas importantes estrellas del mundo del cine, con grandes cantidades de parafernalia mediática y de admiradores a su alrededor, estoy pensando en Woody Allen entrando por la puerta principal del Hotel Maria Cristina...
Pero esas estrellas son falsas, las verdaderas veo yo aquí mismo, en este hotel, todos los días:
Está, por ejemplo Maria José, entra sola nada más abrirse la puerta automática, saluda, charla con algún cliente que le está esperando en algún salón para una entrevista, se va, vuelve por la tarde, llama por teléfono, saluda, sonríe, sube a la habitación...se duerme, el día siguiente se presenta igual...esa es una estrella, nadie le sigue, nadie sabe de su vida, nadie le pide que firme nada...
También tenemos al Sr. Piñero, que llega al hotel cargado de tecnología en forma de portátil que alguien de su empresa ha tenido la brillante idea de implantarla para que todo sea más fácil...y una m...dice el Sr. Piñero que cuando ha aprendido a abrir una carpeta del outlook, le dicen que tiene que conectarse sin hilos...wifi...qué coño será eso ahora...que tiene que coger el enésimo avión para regresar mañana a su ciudad y estar presto en el trabajo a las nueve de la mañana y con el portátil wifi lleno de clientes nuevos...este si que es la verdadera estrella cuando llega a su casa.