Voy a tener que invitar a toda esa audiencia que después de comer se sienta delante de la televisión para ver los culebrones a que se siente aquí en el hall del hotel...
Recibo una llamada desde México para poder hablar con la habitación 215. Contesta una voz de chica, paso la llamada y me olvido, para seguir con otra cosa. Vuelve a llamar el mexicano pidiendo hablar con la habitación 215. Paso la llamada pero después de un buen rato no contesta nadie. El mexicano me dice que insista, pero nadie contesta. No puede ser, dice el de México, pues aquí no contesta nadie, digo yo...
Pido a una compañera que vaya a la habitación para ver por qué no contesta y al cabo de un rato viene esta camarera para decirme que la chica que está en la habitación no es con la que quiere hablar el mexicano, que es su amiga que está en otra habitación acompañada, que no quiere volver a coger el teléfono porque no sabe qué decirle al novio mexicano de la cornamenta...en fin, que llorando se ha quedado en la habitación, pero no dice en qué otra habitación está su amiga ponedora de cornamentas...El de México vuelve a llamar para hablar con su novia, pero yo no sé ni qué contestarle, le digo que nadie coge el teléfono, que ya sé que en la primera llamada le han contestado pero que ahora no sé por qué...en fin, no se como ha terminado el asunto, el mexicano se ha cansado de llamar y nosotros pensando que algún día va a entrar alguien por esa puerta principal y se va a liar a tiros con su pareja...