No había nadie cuando entró por la puerta y pidió una habitación. Era una mujer, su aspecto era bastante lamentable y olía a alcohol a su alrededor. Al ver ese aspecto y esas condiciones, la recepcionista Y. decide no darle habitación y le dice que está completo el Hotel. Ella insiste arrastrando las palabras que justo se pueden entender y saca de un bolsillo en una mano unas monedas y billetes, bastante dinero, diciendo que se puede permitir el pagar la habitación. Y. le contesta que no es problema de dinero sino que no hay sitio. Al ver el estado en que estaba, le da pena y decide llamar a un Hostal cercano para reservarle una habitación, diciéndole que le va a salir más barato. Cuesta hacerle entender ésto pero al fin se va, no sin antes agradecerle con una simple mirada a Y. lo que ha hecho.
No pasan 15 minutos cuando por la puerta aparece otra vez la señora, diciendo que no le han dado habitación y que le han tratado muy mal, todo esto como lo puede decir una mujer con intoxicación por alcohol, mal vestida y peor hablada. Mientras Y. está con ella, llaman por teléfono del Hostal para decirle como se le ocurre enviarle un cliente en esas condiciones, que si no ve que está borracha.
Y. cada vez está más cabreada, ya que hoy parece que no es su día porque al comenzar el turno ha tenido que "bregar" con otro cliente , el cual decía que le habían robado el dinero que llevaba en la cartera y que había dejado en la habitación.
Y. le indica a la señora que se siente en un sofá, y después de hablar con ella pausadamente diciéndole que va a tener problemas en todos los hoteles, le dice que va a llamar a un número de teléfono para que le ayuden. Después de llamar, le indican que tiene que llamar a la policía municipal para atender esa incidencia. Les llama, pero vienen cuando la señora, después de charlar un rato con Y. decide irse ella sola.
Los policías le ven, pero se dirigen a Y. y le preguntan si es ella. Al contestarles que sí, ellos dicen: Mejor para todos.
Y., que hoy no es su día, les contesta malhumorada diciéndo que es una persona y que si no ven que necesita ayuda.
Vuelve a su puesto, y después de suspirar profundamente, con un pañuelo en la mano y alguna lágrima de rabia y pena, continúa con ese listado de reservas que tenía pendiente de terminar.

Y. me lo ha contado en el relevo y la verdad es que lo ha pasado mal, hay situaciones que son un poco difíciles, que junto a las injusticias nos dejan una sensación de impotencia, de no poder hacer nada, esa mujer seguramente, como dice Y. más que una habitación necesita ayuda, y lo que hacemos, como el recepcionista del Hostal es mandarle con viento fresco para evitarnos problemas, sin darnos cuenta que lo que necesita es unas palabras amables y, bien dicho Y., que le traten como persona.
Hay veces que ser recepcionista de Hotel es ser también psicólogo, enfermero, vigilante jurado, camarero, confidente, ...