Cojo el teléfono y contesto como siempre (ahora está de moda el decir el nombre de quien contesta) esperando oir por enésima vez también lo de siempre (reservas...etc) pero esta vez no es así: una voz susurrante y suave me contesta por mi nombre, diciendo que le gusta mucho.
No está mal, pienso, esto empieza bien...
Vuelvo a preguntar quién llama y qué desea y me dice que quiere "alegrarme" (como sabrá que hoy era uno de los días tontos míos, cada vez más frecuentes, por cierto...) y que quiere charlar conmigo.
Le contesto que ha llamado a un Hotel y que no puedo estar "charlando" por teléfono pero sigue diciendo que le gusta mi nombre.
Pasa cerca un compañero, así es que le paso el teléfono con un gesto para que lo coja y hable un poco.
Este compañero me lo devuelve porque dice que no hay nadie en la línea, pero no es verdad porque pregunto si hay alguien "ahÍ" y me contesta otra vez con mi nombre. Viene un cliente y tengo que cortarle la comunicación diciendo que tengo trabajo. Clic.
No pasa un minuto cuando suena otra vez el teléfono, contesto, y es la misma persona (mujer, no muy joven...según mi parecer...) pronunciando mi nombre y recriminándome que le haya colgado, siempre en tono susurrante.
-Lo siento pero tengo que colgarte otra vez....(clic)
¿Se ha pasado de la euforia de los 906 a una falta de trabajo tal que ahora llaman ellas a los hoteles para poder "charlar" un poquito?
¿O puede que fuera alguien necesitada de una "charla susurrante?
¿O tal vez era la parienta que quería saber si cojeo de ese pié?
¿Ganará la liga la Real?