Las fiestas navideñas hacen estragos y la prueba ha sido ese cliente que pasa delante de recepción con un vaso en la mano y dando unas zancadas desestabilizadoramente inseguras. No ha hecho caso a nuestras preguntas, ha montado en el ascensor y hemos visto en el display el 3, por lo que inteligentemente deducimos que va al tercer piso.
A los cinco minutos una habitación del primer piso nos llama diciendo que alguien les está molestando y llamando a la puerta, por lo que deducimos sibilinamente que es nuestro cliente "confundido"...
Subo al primer piso y allí que lo encuentro apoyado en la puerta de la habitación, con los restos de un jarrón y su contenido por los suelos.
Después de varios intentos y con toda la paciencia del mundo consigo llevármelo y habría que vernos, los dos agarrados del hombro y por el pasillo haciendo eses de pared a pared (si algún cliente se le ocurre abrir la puerta en ese momento...)
De repente se le ocurre que no era esa habitación, que era en el tercer piso pero ante su estado y su verborrea (tu sssi...queeresmiiiii amiiiigooo ...hip...) le propongo bajar a recepción. Mientras entramos en el ascensor le digo si no tiene la llave en el bolsillo pero me contesta con una voz de ultratumba de la que traduzco que no tiene ni p... idea.
Sin darme cuenta en el ascensor toca el botón del 3 antes que yo el de planta baja, así que los dos nos vemos delante de la habitación del tercer piso que él cree es la suya, toca con los nudillos y llama a alguien, dice que es su novia, y efectivamente, le contesta alguien desde dentro, lo metemos como podemos, me invita a entrar, le digo que no, lo sentamos en la cama, le digo que mas tarde hablamos, que descanse, me contesta que " ereeessss....mi....ssss...amigooooo..." y yo me largo de allí dejando a este personaje con su novia y mientras pulso el botón de planta baja pienso hay que joderse, lo que hay que hacer en este trabajo, psicólogo, enfermero, guía, "ami...hips...goooo" ....
Lo terrible es que este cliente ni se acordará de mi en cuanto recobre el uso de razón y el alcohol desaparezca.