El otro día iba yo en el coche cuando en una cadena estatal de radio, poblada de fantasmones por cierto, emitían un programa de esos dedicados a los enigmas, ya sabéis, fantasmas, ovnis, etc. donde ese día tocaba hablar de psicofonías.
Ya sabéis, esas grabaciones que se hacen en un campo abierto o en cualquier sitio de noche y en silencio, donde quedan registrados todo tipo de sonidos espeluznantes como voces de muertos, espíritus, etc.
La verdad es que después de oir un par de psicofonías, estaba yo "p,al arrastre" y con cualquier ruidito oía voces y sentencias que me dejaban "acojonao" (Por qué todas estas psicofonías son voces anunciando catástrofes o hechos futuros completamente espeluznantes?¿no pueden decir éstos espíritus que bien las cervezas que te tomaste el otro día con grata compañía, pillín, por ejemplo?
Bueno, todo ésto viene a cuento de que las verdaderas psicofonías que yo me creo son las que se oyen en el Hotel un día a la hora de la siesta o mejor aún, de madrugada.
Los "ruidos", respiraciones guturales y demás ruidos "psicofónicos" me los creo más, sobre todo cuando los huéspedes de ese día son bastante jóvenes...Os aseguro que la experiencia es alucinante...
Si habéis llegado alguna vez de madrugada a dormir al hotel donde estáis alojados, caminando por el pasillo seguro que sabéis de qué hablo...

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para que puedas votar si crees en lo que se oye en las llamadas psicofonías.
Sigue todavía la de las propinas...

Un momento muy crítico de la relación del recepcionista con el cliente es también cuando éste, después de un largo periplo por las tascas de la parte antigua de la ciudad, llega al Hotel, no sabemos con qué sentido especial de la orientación, transpirando un vapor "alcoholoso" y farfullando no se sabe si su nombre, su número de habitación, o quién ha puesto tanta luz en éste bar...
Mientras no baje de nuevo a recepción y diga que no aparece su habitación, como comentó uno...

Os recuerdo que está abierta esta pequeña encuesta sobre las propinas: